El Gran Apagón
El pasado lunes, 28 de abril, en el Estado español se ha vivido un apagón de 12 horas. El fantasma de la profecía del Gran Apagón vuelve a circular por las capas más mainstrem de nuestros algoritmos. Falsos profetas anuncian nuevas venidas de un Y2K. Parecen ansiarlo.
Sin duda, la cuestión de las fallas y los ataques cibernéticos plantean guerras invisibles con efectos reales sobre nuestra realidad inmediata.
Sin embargo, el roce de la ficción con la realidad genera monstruos; y si bien el cambio está cerca, el anuncio del mismo parece incierto. Más que ser enunciado por una figura profética, este anuncio se encarna en una multitud de ecos que señalan la venida del nuevo Y2K. Ya no es un cambio de milenio, ni un cambio milenarista.
Mientras tanto, la Biblioteca de Alejandría sigue ardiendo y esta nueva profecía y su contingencia se cimentan en un colapso tecnológico que promete cambiar todo aquello que conocemos. La situación en la calle oscilaba entre incertidumbre pesimista de la guerra y la celebración de un día alejado de la hipercomunicación, la aceleración de la imagen y la saturación.
Al igual que la roca espera el momento en el que nada vuelve a ser lo que era y percibe un temblor, esto es una señal de cambio. La vigilancia del entorno se vuelve aún más ansiosa, observando cómo se acerca.
Readaptación de la publicación de Instagram publicada en @colectivoanemoia el pasado 29 de abril de 2025.
Escrito por Arturo López Domingo, Presidente de la Asociación Anemoia.
Maquetado y adaptado por Fran García Gómez, Secretario de la Asociación Anemoia.